El envejecimiento de la población es un fenómeno que sucede de forma generalizada a escala mundial pero que presenta una particular incidencia en el continente europeo, donde se calcula que la población que supera la edad de 50 años ya supone actualmente el 36,5% y se prevé que a partir del año 2040 se sitúe por encima del 45%. Este fenómeno tiene especial incidencia en Euskadi.

Las causas de envejecimiento de la población, residen tanto en el incremento de la longevidad de las personas, como en la baja tasa de natalidad. Esto supone, por un lado, la expresión de un éxito en la ejecución de políticas sociales avanzadas y el origen de nuevos retos en muy diversos campos, pero también cambios en la vida diaria de las personas. Entre otros, va a tener implicaciones económicas y sociales de gran alcance que van a tener impacto en ámbitos como el crecimiento económico, el consumo, el mercado laboral, y especialmente en el ámbito del empleo y también de las pensiones.

Así, existen la necesidad de mantener la viabilidad económica de los sistemas de seguridad social con una población activa cada vez más reducida y una población pasiva que se va incrementando, tanto por la incorporación cada vez más tardía de los jóvenes al mercado de trabajo como por el incremento de una población pasiva compuesta por pensionistas cuya vida se prolonga durante más años.

Como consecuencia de todo ello, se está procediendo a la reforma de los sistemas de seguridad social europeos con el fin de alargar la vida laboral de las personas, y mantener así la proporción equilibrada entre las personas que contribuyen al sistema y las que reciben  prestaciones. El Real Decreto Ley 5/2013 es la más clara manifestación de estas reformas y en virtud de esta norma se retrasa paulatinamente la edad de jubilación al tiempo que se dan nuevas facilidades e incentivos para que las personas permanezcan trabajando aún después de llegar a esa edad. Esta necesidad de hacer el sistema de seguridad social sostenible, tiene necesariamente que conjugarse con el propósito de hacer también sostenible el trabajo y la salud de las personas que de forma obligada o voluntaria van a tener que alargar su vida laboral.

Pero curiosamente, mientras todo lo anterior sucede, aparecen titulares como “sólo uno de cada cinco contratos es para mayores de 44 años”, “ofertas de trabajo: vetados los de más de 45 años”, o entre otros, “el edadismo como tercera forma de discriminación de nuestra sociedad tras el racismo y el sexismo”. Esta discriminación por motivos de edad, pretende ensombrecer la capacidad de las personas de edad de transmitir tanto sus valores como sus experiencias y conocimientos.

En este escenario, somos muchos los agentes de Euskadi que consideramos que este fenómeno exige una reflexión y la definición de acciones colectivas que nos permitan abordarlo y maximizar los intereses compartidos de toda la sociedad. Desde el Gobierno Vasco y el Observatorio Vasco de Acoso y Discriminación se han identificado este ámbito como uno de los retos que debemos abordar en Euskadi de manera prioritaria, y también Innobasque-Agencia Vasca de la Innovación desde el ámbito de la Innovación social identificó como una prioridad para Euskadi. Por ello, se publicó la Guía para la Gestión de la Edad en las Organizaciones.

La Guía pretende ser una hoja de ruta para la gestión de la edad en las organizaciones, desde la incorporación de las personas a la misma hasta su salida, y lo hace desde la base de experiencias previas desarrolladas en este campo, ilustrando estas  recomendaciones en algunos casos con iniciativas que han tenido éxito en otras organizaciones. También incluye recomendaciones para las Administraciones Públicas, que ayuden a implementar la gestión de la edad, generando una cultura social de valoración del trabajo de las personas de edad y promoviendo un enfoque intergeneracional positivo.

Consideramos que debemos aprovechar todo el  conocimiento y experiencia adquirida por las personas de edad. Debemos gestionar sus capacidades, facilitar la transmisión intergeneracional de su experiencia, reasegurar su compromiso con las empresas y garantizarles el reciclaje con el fin de mejorar su empleabilidad en el mercado laboral”, apunta Gotzon Bernaola, director de programas de Innovación Social en Innobasque, quien avanza que además “el primer paso requiere que los mitos comúnmente sostenidos, como los estereotipos sobre la edad y los prejuicios sobre los trabajadores de edad, se aborden de manera abierta. Necesitamos modelar las actitudes positivas que reconozcan las habilidades de los trabajadores de edad. Estos trabajadores tienen muchas veces ideas poderosas.  Los años acumulados de experiencia laboral no deberían tirarse a la basura; muchos quieren enfrentarse a nuevos retos”. Por ello, Innobasque ha identificado la gestión de la edad en las organizaciones como un ámbito en el que se conjugan  “dos retos sociales al mismo tiempo, el empleo y el envejecimiento, pero  en clave de oportunidad”, matiza Bernaola.

El envejecimiento es un proceso que empieza el día que nacemos, y como tal el proceso debe ser gestionado. El modelo tradicional de envejecer ha cambiado y debemos consensuar un nuevo modelo, y valorar a las personas independientemente de su edad”, recuerda Bernaola, quien asegura que Euskadi es pionera en la elaboración de una publicación como “la Guía para la Gestión de la Edad en las Organizaciones de Euskadi”. “En 2008 teníamos un problema: la crisis. En 2015 tenemos dos: la crisis y el paro. Y en 2020 tendremos un gran problema: una población envejecida”, sentencia Bernaola. Afortunadamente parece que la gestión de la edad se está incluyendo en la agenda de todos para que Euskadi vuelva a demostrar su capacidad de regeneración en tiempos difíciles.

En este sentido, el Observatorio Vasco de Acoso y Discriminación, el departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco e Innobasque están trabajando en colaboración sobre este ámbito. Recientemente han celebrado una jornada conjunta en Madrid y mañana, jueves, participarán en otra similar en Barcelona en colaboración con la Generalitat de Cataluña. Además se ha organizado un curso de verano en la  UPV/EHU para los días 22 y 23 de junio. 

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