Nesta, la agencia británica de innovación, acaba de publicar un interesante informe “La salud como un movimiento social: el poder de las personas en los movimientos” que pone de manifiesto cómo la innovación está acelerando las transformaciones en materia de salud, y esto sucede tanto por factores tecnológicos como sociales, y especialmente por la confluencia de ambos. Desde Innobasque partimos del convencimiento de que la innovación sucede cuando esta es aceptada por la sociedad. Esto es particularmente relevante cuando nos orientamos al propósito de impulsar una sociedad saludable que potencie el bienestar y la calidad de vida de sus integrantes. El documento de NESTA subraya el papel crítico de los movimientos sociales que han ido ganando cada vez más fuerza en el ámbito de la salud, porque aportan un enfoque bottom-up eficaz para acelerar la transformación y provocar cambios orientado desde las necesidades de la propia sociedad.

Según recoge el informe, los movimientos sociales en salud pueden tener impacto en diferentes aspectos, como son:

– Provocar un cambio en la experiencia y la prestación de la asistencia sanitaria
– Mejorar la experiencia de la enfermedad, discapacidad o enfermedad de las personas
– Promover estilos de vida saludables
– Abordar los determinantes socioeconómicos y políticos de la salud
– Democratizar la producción y difusión del conocimiento
– Cambiar normas culturales y sociales
– Proponer innovaciones en salud y la formulación de políticas de salud

 

A través de los movimientos, las personas focalizan su atención, habilidades y capacidades hacia los temas que les importan. En definitiva, el movimiento social EMPODERA:

Empatiza con los problemas de las personas
Moviliza las fortalezas, capacidades, recursos y conocimientos de las personas
da Poder a las personas, construyendo el liderazgo
Orbita los sistemas sociales, políticos y de salud existentes para cambiarlos
Desliza y se repite en intensidad en el tiempo
Experimenta con nuevas ideas y enfoques
Ruge por temas que le importan
Auto-regula sus actividades

El funcionamiento de los movimientos sociales se basa en el liderazgo relacional. Este liderazgo consiste en la capacidad de las personas para actuar estratégicamente en colaboración con otras, sumando capacidades y generando un entorno de confianza.

Sin duda un documento para leer, reflexionar y actuar.  

 

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