Una estrategia posible de internacionalización de una pyme puede ser a través del efecto tractor de una gran corporación que cuente con una fuerte implantación en el exterior. Sin embargo, Fernando Barrenechea, socio director de Suuma, propone hacerlo siguiendo una estrategia de incorporación a una cadena de suministro global, aquella que “integra, desde el consumidor final hasta los primeros proveedores, los procesos de negocio clave que proporcionan los productos, servicios, e información que aportan valor al consumidor final”, tal y como la define el Global Supply Forum.

Las pymes aportan “conocimiento, flexibilidad y adaptabilidad sobre mercados concretos, muy útiles en la cadenas globales de suministro”, continúa Barrenechea, quien recomienda que, para incorporarse a las cadenas globales de suministro es crítico que las pymes identifiquen con claridad su aportación de valor al consumidor final. “El conocimiento que obtenga de su participación en la cadena le facilitará el crecimiento cualitativo o dicho de otro modo, su competitividad mundial, no sólo local”. Por ello, las pymes que se decanten por esta opción “tendrán que cuidar e invertir en su imagen, sus capacidades de relación y comunicación, sus capacidades de integración en equipos multilocalizados y multiculturales, la flexibilidad con la que afrontan los proyectos y sus capacidades de adaptación, proactividad, gestión del conocimiento, innovación y desarrollar un conocimiento exhaustivo de las reglas que rigen el comercio internacional”.

El post completo de Fernando Barrenechea puede leerse aquí.

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