Un centenar de personas se reunieron ayer en Bilbao para celebrar el 20 aniversario de la Fundación Centros Tecnológicos Iñaki Goenaga y, de este modo, poner fin a dos décadas de creación y gestión de 2.481 becas de formación científica y tecnológica para jóvenes investigadores en Euskadi. “El espíritu de la Fundación se mantendrá vivo a través del compromiso de todas las personas que la conforman”, ha declarado Alex Bengoa, presidente de la institución. El acto ha sido inaugurado por Estibaliz Hernáez, viceconsejera de Tecnología, Innovación y Competitividad del departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, quien ha destacado la “importancia crítica que tienen las personas investigadoras para nuestro país”, puesto que “Euskadi necesita a los investigadores, protagonistas singulares de la innovación vasca, su base. Nuestra competitividad depende de incorporar más conocimiento a nuestros procesos productivos”. Además de Bengoa y Hérnáez, han participado en la despedida Juan Manuel Pagalday, responsable de Investigación de Ikerlan IK4; Jon San Sebastián, experto en captación y gestión de talento; Marta Acilu, fundadora y vicepresidenta del Grupo Noray Bio; y Raquel Fernández del Río, investigadora Marie Curie en la Universidad de Birmingham. Estas dos últimas lo han hecho en su calidad de exbeneficiarias de sendas becas de investigación, tras las cuales sus carreras profesionales se dirigieron hacia el mundo de la investigación aplicada a la empresa en un caso y la investigación académica en el otro.

El acto, celebrado en el marco de Noche de los Investigadores que tiene lugar en toda la Unión Europea para reconocer la labor de estos profesionales, ha servido para poner en valor la figura de los casi 2.500 becarios que han pasado por la Fundación, al patronato de la misma (IK4 Research Alliance, IK4 Tekniker, Fundación Tecnalia, el Consejo de Ingenieros Industriales del País Vasco e Innobasque, Agencia Vasca de la Innovación) y a los responsables de Recursos Humanos que han gestiona ese talento a la hora de incorporar recién licenciados a los centros tecnológicos. Iñaki Goenaga, que da nombre a la fundación, ha sido también homenajeado por su labor pionera y precursora de los primeros centros tecnológicos tutelados por el Gobierno Vasco en la década de los 80 en Euskadi.

Con un presupuesto anual de más de 2 millones de euros, la fundación ha gestionado a lo largo de su historia un presupuesto total de 45 millones de euros, creando una red de 48 centros colaboradores y gestionando programas becas de especialización, doctorado e innovación de hasta 50 titulaciones diferentes, siendo la más demandada la ingeniería industrial, seguida de las licenciaturas de Ciencias Físicas y Químicas.

En sus inicios, estas becas tenían por objeto que los recién licenciados pudieran especializarse en disciplinas específicas en los centros tecnológicos, vascos únicamente al principio, e internacionales más adelante. Posteriormente, también se otorgaron becas de innovación y de doctorado. De este modo, la labor de la fundación ha ido reforzando y elevando el nivel del Sistema Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación. Así, por ejemplo, una tercera parte de los investigadores (1 de cada 3,6) de Tecanalia han sido becados por la Fundación Centros Tecnológicos Iñaki Goenaga. También en este tiempo la presencia de la mujer en el ámbito tecnológico se ha ido incrementando, representando en la actualidad un 45% de los becarios.

La despedida ha servido para hacer balance de estas dos décadas y recoger los resultados en una Memoria que se ha repartido entre los asistentes y donde aparecen profesionales reconocidos que en su día fueron becarios, como Josu Jon Imaz, actual consejero delegado de Repsol, quien, reclama “aumentar el compromiso de las empresas con los investigadores. La industria debería contratar más personas con un perfil investigador, así como más doctores”, ya que su aportación “es algo muy útil en otras facetas de la gestión empresarial”, apostilla. Raquel Fernández del Río, investigadora Marie Curie en la Universidad de Birmingham dedica en la actualidad sus esfuerzos a analizar la cirroris y el cáncer de hígado en busca de biomarcadores que permitan una detección precoz y no invasiva de estas enfermedades. Marta Acilu, por su parte, ha fundado una de las diez primeras empresas biotecnológicas de España, Noray Bio.

 

 

 

 

 

 

 

 

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