Europa debe abrirse más al mundo si quiere seguir siendo relevante y competitivia. Esto en lo que indica el informe “Science, Research and Innovation performance of the EU”, que mide el comportamiento en ciencia, investigación e innovación de la Unión Europea y lo compara con el de sus más directos competidores, a la sazón Estados Unidos, Corea del Sur y China. El trabajo apunta que la colaboración en ciencia permite partenariados entre regiones y países, algo que Europa necesita para responder a retos globales tales como la energía, la salud, comida, agua…

El papel de la UE en el sistema internacional de investigación e innovación sigue en segunda posición mundial tras Estados Unidos, en un ecosistema cada vez más global, abierto y conectado. El mundo se está convirtiendo en un lugar intensivo en conocimiento, cuyas regiones aumentan sus inversiones en innovación y ciencia. Esto lleva a un cambio en el paisaje global de I+D. La UE y Estados Unidos en el año 2000 invertían 2/3 de la inversión mundial en I+D. Esta proporción ha caído a menos de la mitad, ya que China ha cuadruplicado su participación en el I+D mundial desde ese año, creciendo de un 5% a un 20% en 2013.

Sucede algo parecido con el resto de indicadores. El número de graduados universitarios en China se ha multiplicado por 5 desde 2001, convirtiendo al gigante asiático en el mayor generador de graduados terciarios. Su porcentaje del total de publicaciones científicas ha pasado del 6% mundial al 20% en sólo 13 años y continúa al alza también en s de excelencia científica y patentes.

Como se cita la principio, el rol de la colaboración internacional es un factor crítico en las economías basadas en el conocimiento. La UE lidera la clasificación de co-publicaciones, predominando la cooperación intraeuropea.

La creciente apertura del sistema de investigación e innovación global también apunta hacia una mayor movilidad de las personas investigadoras. El impacto científico de estas personas es mayor que el de quienes permanecen en un mismo lugar.

Las colaboraciones tecnológicas internacionales ganan también importancia en las estrategias de innovación de las empresas, ya que permiten acceder a mayores competencias y conocimiento.

En este contexto, China se presenta como un gran socio para la UE. Sin embargo, también en este aspecto, Estados Unidos ha tomado la delantera a la vieja Europa como partner estratégico del gigante asiático.

 

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