Según publica hoy Eustat, en 2015 en Euskadi se emplearon 1.273,2 millones de euros en actividades de I+D. Este dato supone un descenso de un 1,3% respecto al año anterior. El principal motivo de esta disminución ha sido la reducción de la financiación privada en un 3,1%, mientras que la pública ha subido un 1,1%. Asimismo, fue el sector empresarial el que más redujo su participación en la ejecución de actividades de I+D, habiendo bajado un 1,8% frente a los datos de 2014.

Estos datos confirman el punto de atención identificado en el Informe Innobasque de Innovación 2016 publicado por Innobasque el pasado 7 de noviembre, donde se ponía el acento en el estancamiento de la actividad de I+D de las empresas vascas, que no están siguiendo el ritmo de sus homólogas en Europa, a pesar de que son las principales impulsoras de la innovación en Euskadi. El Informe destaca también la diferencia entre la evolución de los datos de esfuerzo y resultado en innovación, lo cual plantea dos posibles escenarios de futuro: uno de mejora de eficiencia, donde esta reducción del gasto está siendo acompañada por una mejora de los resultados de la investigación; y un posible segundo escenario de declive, donde esta reducción del esfuerzo podría terminar impactando también en los resultados.

Innobasque subraya la importancia de que las empresas vascas sigan apostando por la innovación, como vía principal para mejorar su competitividad y asegurar su futuro. Revisada y ajustada la eficiencia, es tiempo ahora de volver a coger impulso y reinvertir en innovación e investigación. No sólo está en juego el futuro de las empresas, sino el bienestar de toda la sociedad vasca.

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