La innovación continúa siendo de importancia crítica. Así se desprende del décimo estudio sobre el estado de la innovación en el mundo que cada año elabora Boston Consulting Group (BCG). El 79% de los ejecutivos encuestados apuntaron que la innovación está entre las tres principales prioridades de su empresa. En 2005, sólo el 66% apuntaba en esta dirección. La ciencia y la tecnología continúan siendo valorados como apoyos de la innovación facilitadores de los cuatro atributos que lo ejecutivos encuestados consideran imprescindibles:

  1. velocidad
  2. buena gestión (muy a menudo lean) de los procesos de I+D,
  3. uso de plataformas tecnológicas
  4. exploración sistemática de mercados adyacentes.

 

La importancia de estos 4 atributos puede observarse también en las compañías que forman parte de las 50 más innovadoras del mundo:

El 76% de las empresas de esta clasificación son consideradas no tecnológicas (38 de 50).  

La lista está formada por empresas de Estados Unidos (29), Europa (11) y Asia (10). Los mercados emergentes también están presentes: 3 organizaciones son de China y una de India. 

BCG considera la innovación como una de las posibles estrategias de crecimiento que las compañías utilizan para crecer. Para algunas, es su apuesta principal. Una de ellas es Gilead Sciences, que se une al grupo de las 50 más innovadoras yendo directa al octavo puesto.

Gilead ha desarrollado una cura para la hepatitis C (HCV) y ha avanzado significativamente en tratamiento de otra enfermedad, la infección de HIV. Por ello, ejemplifica los cuatro atributos citados más arriba. Con ventas anuales de 30 billones de dólares, la compañía no desacelera su ritmo innovador. Ha mostrado que no teme realizar adquisiciones cuando detecta oportunidades de alto valor. Su presidente, John Milligan confesaba a BCG: “No creo que Gilead tenga una agenda de crecimiento, tiene una agenda de innovación. Invertimos mucho tiempo pensando en cómo hacer mejores medicinas para el mañana y entonces la innovación conduce al crecimiento”. 

Las capacidades innovadores de Gilead componen un equipo gestor que combina una excepcional experiencia científica y técnica en su área con un profundo conocimiento de las necesidades de mercado.  El resultado es la capacidad de identificar grandes avances en enfermedades graves y la convicción de perseguir este objetivo independientemente del nivel de desarrollo científico existente interna o externamente. Gilead combina rigor científico con una fuerte gestión y el coraje de asumir riesgos en iniciativas con potencial de alto retorno. En 2011 adquirió Pharmasset por 11 billones de dólares (un tercio del valor de mercado de Gilead en ese momento). Este hecho fue decisivo para el desarrollo de Sovaldi y Harvoni, tratamientos para la cura de la hepatitis C que han tenido un efecto positivo en 9 de cada 10 pacientes y que está siendo administrado a pacientes vascos.

 Al mismo tiempo, la compañía ha creado un modelo de I+D innovadora y otro de fabricación innovadores, como lo son los acuerdos con productores de medicinas genéricas con base en India con el fin de expandir el acceso de sus medicamentos a mercados en desarrollo.

 

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