El museo Guggenheim de Bilbao acogerá mañana la entrega de premios de la segunda edición de “Super Coder”. El concurso, impulsado por la empresa de aeronáutica ITP Aero y la organización sin ánimo de lucro Code.org, reta a escolares a idear soluciones disruptivas en movilidad sostenible a través de la programación.
En esta edición, 200 estudiantes de 3º y 4º de ESO de seis centros vascos han aceptado el desafío y presentado sus proyectos en equipos de 6 a 8 integrantes. El jurado, compuesto por María Pérez, responsable de materiales y procesos ITP Aero, Elena Gorostiza, co-founder de Generación Code, Amanda Martínez, especialista en robótica y ciencia computacional de Code.org, e Itziar Uribe, coordinadora de proyectos de educación STEAM en la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque, elegirá mañana a los equipos ganadores, que podrán visitar las instalaciones de ITP Aero para conocer cómo se aplica la programación en el sector aeroespacial.
A la final de la segunda edición de “Super Coder” concurren seis proyectos finalistas, los de los centros vizcaínos Berrio-Otxoa Ikastetxea (Bilbao), el Centro Formación Somorrostro (Muskiz), Colegio Irlandesas (Leioa), Colegio Urdaneta (Loiu), IES Astrabudua BHI (Erandio) e IES Dolores Ibarruri BHI (Abanto-Zierbena).
Este concurso se enmarca en el programa STEAM Sare, iniciativa impulsada por el departamento de Ciencia, Universidades e Innovación del Gobierno Vasco con la colaboración de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque. ITP Aero forma parte activa del proyecto desde sus inicios.
Afrontar los retos de un futuro sostenible
La movilidad sostenible se ha convertido en un reto global y los necesarios avances en esta materia requieren de profesionales de perfil técnico capaces de idear y desarrollar soluciones innovadoras.
Es en este contexto en el que ITP Aero vuelve a acercar el lenguaje computacional a las nuevas generaciones a través del concurso de programación “Super Coder”. Además de desarrollar sus competencias tecnológicas, la iniciativa reta a estudiantes de entre 14 y 16 años a desarrollar sus soluciones empleando únicamente las líneas de código imprescindibles. Al reducirlas al mínimo indispensable, disminuye también el consumo energético, lo que contribuye a combatir el cambio climático.
Los equipos participantes han contado con la supervisión de nueve ingenieros de ITP Aero, que han guiado el progreso de sus proyectos durante tres meses de desarrollo.