FOTO: Aitor Aizpuru, Ander Jimenez, Juncal Ibeas, Ana Carrasco, Noemi Revilla, Luis Manero, Iván de Torre

La jornada organizada por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque ha contado con la experiencia de tres cooperativas alavesas que han apostado por procesos de innovación para revalorizar materias primas y subproductos, logrando desarrollar nuevos productos y servicios.

El encuentro que ha tenido lugar hoy en el Centro de Empresas de Júndiz ha arrancado con la bienvenida de Juncal Ibeas, jefa del Servicio Empresas e Industria del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, y Luis Manero, director de Innovación en Pymes de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque.

A continuación, Aitor Aizpuru, experto en Economía Circular de la sociedad pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco, Ihobe, ha ofrecido claves esenciales para «surfear el tsunami regulatorio», explicando las bases normativas vinculadas con el ecodiseño, la transparencia y la descarbonización.

Tras su exposición sobre las leyes que regulan los avances en sostenibilidad de las empresas, ha tomado la palabra Iván de Torre, de la consultora Naider, quien ha explicado el nuevo servicio de asesoramiento estratégico en economía circular para empresas promovido por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz.

Tres casos locales de éxito

Como colofón a la jornada, representantes de tres pymes locales han compartido sus experiencias innovadoras en torno a la economía circular, relatando los beneficios obtenidos al apostar por esta vía.

En el caso de Paturpat, cooperativa agraria representada por su directora de Innovación, Ana Carrasco, encontraron una solución muy rentable para aprovechar las “patatas feas”, que por su aspecto generan rechazo en el consumidor, pero que mantienen el mismo sabor y calidad que las que se comercializan en supermercados. Las patatas menos estéticas o de bajo calibre se han convertido en el ingrediente estrella de sus platos preparados, una nueva línea de negocio que dio lugar a la creación de la propia cooperativa, filial de Udapa, y de 60 nuevos puestos de trabajo.  

Un proceso parecido ha vivido GARLAN, cooperativa del sector primario que está recogiendo los frutos de haber apostado intensamente por medidas de economía circular. Noemí Revilla, responsable de administración, ha compartido los beneficios de implantar la agricultura regenerativa, mejorando la calidad del suelo, la sostenibilidad y la productividad de los cultivos. En cuanto a las legumbres de pequeño calibre, ha adelantado que la cooperativa está explorando nuevas vías para las legumbres de pequeño calibre, más allá de su uso como alimento animal, y ya han comenzado a comercializarlas como fuente de proteína vegetal para la producción de carne de origen vegetal.

Por último, Ander Jiménez, de la cooperativa industrial Loramendi, especializada en soluciones y maquinaria para el sector de la fundición, ha explicado que la apuesta por procesos sostenibles, más allá de los requisitos legales, se ha convertido en un sello distintivo de la cooperativa, que forma parte de la Corporación Mondragon. Uno de sus avances más destacados es la reutilización de piezas sobrantes de producción para fabricar nuevos componentes, asegurando al mismo tiempo la calidad y la integridad del producto final.

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