La innovación nunca ha sido tan imprescindible en las empresas como lo es ahora para mantenerse competitivas en el mercado.

La innovación nunca ha sido tan imprescindible en las empresas como lo es ahora para mantenerse competitivas en el mercado.

Existen diversas fórmulas con las que las empresas generalmente financian sus actividades de investigación en forma de subvenciones o préstamos, o a través de fondos propios. En la actualidad, miles de empresas están financiando sus actividades de innovación a través de los fondos Next Generation EU, que están suponiendo un importante revulsivo. Sin embargo, estos fondos tienen una fecha de caducidad, lo que nos lleva a considerar que las empresas deben anticiparse y valorar las distintas alternativas existentes para financiar este tipo de actividades, así como imaginar otras formas innovadoras de financiación para el futuro no muy lejano.

En este sentido, existen algunos esquemas de financiación de la innovación que están ganando fuerza estos últimos años y que seguirán extendiéndose en el futuro cercano a todo tipo de entidades y sectores:

Un sistema al alza es el tax lease de I+D+i basado en la cooperación de empresas para el desarrollo de actividades de I+D+i, que facilita a la empresa investigadora el acceso a dinero líquido para realizar proyectos innovadores y, a la empresa inversora, la aplicación de incentivos fiscales derivados de los mismos. La empresa inversora actuaría como financiadora del proyecto de una segunda empresa, recuperando las deducciones fiscales por I+D+i y las bases imponibles negativas no aprovechables por su fiscalidad. Puede ser una alternativa atractiva de financiación para las empresas que realizan actividades de innovación o una inversión rentable para las empresas que tienen una elevada cuota en el Impuesto de Sociedades.

Por otro lado, el blockchain es una tecnología que está favoreciendo la aparición de nuevos modelos de financiación. Las empresas pueden usar el blockchain para la realización de una ICO (oferta inicial de monedas), que consiste en emitir su propia criptomoneda o token a cambio de fondos para financiar la innovación. Se puede crear una ICO para financiar un proyecto, cambiando tokens por dinero y también usar los tokens dentro del proyecto para efectuar pagos.

El papel de la banca en todos los procesos es fundamental. Los bancos están tendiendo, más allá de la oferta de préstamos y líneas de crédito, a desarrollar sus propios programas destinados a promover la innovación y fomentar la colaboración entre empresas, universidades e instituciones de investigación. Existen casos en los que la entidad, por ejemplo, cuenta con un programa para la aceleración de startups principalmente en los sectores de Fintech, Insurtech, Regtech y Ciberseguridad.

Para las organizaciones o los proyectos que persiguen objetivos sociales o ambientales emergen esquemas innovadores de financiación:

  • La filantropía de riesgo es un modelo que combina los principios del capital de riesgo con donaciones filantrópicas en el que los inversores buscan rendimientos tanto sociales como financieros. Los sectores o empresas que utilizan la filantropía de riesgo son generalmente aquellos que trabajan en temas como la educación, la salud y la sostenibilidad ambiental.
  • Los bonos de impacto son otro instrumento financiero basado en resultados muy en boga hoy en día. Se trata de contratos de pago por resultados, que se articulan entre financiadores con un interés social (también llamados inversores de impacto) y entidades públicas o empresas con una misión social o ambiental. Dependiendo del impacto, al inversor se le reembolsa el capital en juego más un interés.
Entre los casos más significativos se encuentra el Reino Unido, que está desde hace tiempo altamente concienciado en impulsar nuevas fórmulas de financiación de la innovación, tal y como puede verse en su Delivery Plan, para el desarrollo económico sostenible a través de la innovación.

Así, se han desarrollado, a nivel de proyecto piloto, préstamos para empresas que acaban de llegar o están a punto de llegar a una fase avanzada. Estos préstamos están proporcionando beneficios directos a los contribuyentes británicos a través de reembolsos e intereses, así como generando inversión externa desde capital privado y fondos de compañías. Por otro lado, se están impulsando vías de financiación que combinan subvenciones y capital privado, y se está incorporando al sector bancario y a la comunidad empresarial para explorar otros mecanismos, como subvenciones reembolsables, para afianzar la actividad, la inversión y el rendimiento en el Reino Unido.

En definitiva, están surgiendo nuevos modelos de financiación de la innovación que tienen el potencial de revolucionar la forma en que las empresas recaudan fondos. Merece la pena que las empresas estudien estas nuevas fórmulas para ver si podrían aplicarlas en el futuro y poder así depender menos de las ayudas de la administración pública.

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