Cerca de 8 millones de toneladas de plástico son las que acaban nadando en el mar. Teléfonos móviles, neveras, carritos de la compra y, nada más y nada menos que más de 2.127.565 colillas de cigarros, 1.024.470  botellas de plástico, 1.212.925 tapones, 888.589 envoltorios de comida, 804.497 bolsas del plástico, 439.571 pajitas, 402.375 botellas de vidrio y 381.669 chapas de metal flotan hoy en día en el océano según una expedición realizada por Ocean Conservancy. Para la recogida de todo ese plástico haría falta unos 533.000 camiones.

Los datos son abrumadores. Pero, ¿por qué hay tanto plástico en el océano? Cada año generamos más y más plástico, de hecho, en 2013 aumentamos en un 4% la producción de plástico según Worldwatch Institute. Además, para 2025 se estima que se habrán acumulado 20 veces lo que hay ahora. Según un estudio publicado en Science en 2015 los 20 países que más contaminan del mundo son asiáticos y africanos excepto EEUU y Brasil, siendo China, Indonesia y Filipinas los que encabezan esta lista.

 

Aunque los científicos todavía no pueden asegurar cuál será impacto exacto que tendrá en los humanos, está comprobado que esta toxicidad directa de los plásticos, está relacionada con el cáncer, defectos de nacimiento y problemas inmunológicos y de desarrollo infantil. Todo esto sin tener en cuenta la cantidad de mamíferos marinos y aves marinas que han muerto por estos desechos.

Boyan Slat el joven holandés que fundó el proyecto innovador The Ocean Cleanup, propone una nueva tecnología y método para eliminar los plásticos de los océanos. Ésta reduciría a 10 años la recogida de casi la mitad de los residuos que se encuentran flotando a día de hoy en el mar. Slat espera que para 2020 su idea esté funcionando a pleno rendimiento. Para eso, la fundación the Ocean Cleanup ha lanzado este mismo año una campaña para recolectar fondos para poder construir un prototipo operacional a gran escala en tres o cuatro años, que cuenta ya con más de seis mil inversores que apoyan el proyecto.

Sin embargo, no es suficiente. En 2050 habrá más toneladas de plástico que de peces según la Fundación Ellen McArthur, que promueve una economía en la que el residuo se convierte en recurso, es decir, un modelo de economía circular.  Algunas marcas como Adidas ya han lanzado calzado fabricado con plásticos reciclados del océano. De hecho, la Comisión Europea, ya presentó en diciembre del año pasado un plan de medidas para dar más fuerza a la economía circular.

A pesar de la situación, el hecho de que personas y marcas influyentes impulsen estos nuevos e innovadores proyectos hacen que poco a poco, entre todos, contribuyamos a este gran reto.

 

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