«Asumida universalmente la innovación como esencial en la mejora de la competitividad, sin riesgo a equivocarnos podemos afirmar que estamos viviendo en la hora de la innovación». Los científicos Mikel Lezaun, Catedrático de Matemática Aplicada de la UPV/EHU;  José Antonio Lozano, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UPV/EHU e investigador de BCAM;  y Luis Vega, catedrático de Análisis Matemático de la UPV/EHU y director de BCAM, así lo afirman en el siguiente artículo donde reivindican el papel de las matemáticas en este campo y cómo estas solucionan problemas reales.

«En palabras del economista austro-estadounidense Joseph A. Schumpeter, la innovación es la introducción de manera continuada de nuevos productos y servicios, procesos, fuentes de abastecimiento y cambios en la organización industrial, orientados al cliente, consumidor o usuario. Por otro lado, según Michael Porter, la competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para innovar y mejorar. La empresa consigue ventaja competitiva mediante innovaciones. Estas dos citas justifican el título de este artículo. Asumida universalmente la innovación como esencial en la mejora de la competitividad, sin riesgo a equivocarnos podemos afirmar que estamos viviendo en la hora de la innovación. A su vez, la innovación implica la utilización de un nuevo conocimiento o de una nueva combinación de conocimientos existentes, lo cual en muchísimas ocasiones es fruto de las matemáticas. De hecho, la aplicación de matemáticas, el tratamiento matemático son parte constitutiva del origen y desarrollo de muchos nuevos productos, procesos, usos y formas organizativas en la industria, salud, transporte, energía, logística, comunicaciones, informática, finanzas, etc.

Ante un reto que requiera hacer algo diferente o de forma diferente, es esencial pensar que la dificultad que conlleva ponerlo en práctica no es irresoluble. En muchas ocasiones, las empresas no se deciden a abordar soluciones innovadoras porque creen que resolver el problema que se les plantea no está a su alcance. Y es ahí donde la matemática puede proporcionar alternativas que incidan directamente en la innovación y por ende en la competitividad. Las empresas tienen que interiorizar que las matemáticas son un aliado necesario de la innovación, a veces imprescindible, y que los matemáticos estamos dispuestos a implicarnos en hallar soluciones a sus propuestas y retos.

En el País Vasco, hay matemáticos y matemáticas que trabajan en problemas “reales”, en proyectos de innovación con empresas en distintos sectores de la industria, tecnología, economía y salud. A modo de ejemplo y dada la cada vez más importancia, tanto económica como en lo que respecta a la calidad e igualdad asistencial, que en las sociedades avanzadas como la nuestra está adquiriendo todo lo referente a la salud, mostraremos tres casos exitosos de colaboración de las matemáticas con centros dependientes de Osakidetza: el Centro Vasco de Transfusión y Tejidos Humanos (CVTTH), la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Donostia y la Organización Sanitaria Integrada Barrualde-Galdakao. Los dos primeros han sido realizados por la UPV/EHU y el tercero por BCAM.

El proyecto con el CVTTH ha tenido como objetivo la optimización de la producción de concentrados de plaquetas sanguíneas. Este es un producto caro, con una caducidad muy corta, cinco días, que sin demora debe satisfacer una demanda incierta. El resultado de su aplicación práctica es un importante ahorro económico y una mejora de la calidad de las transfusiones, ya que se reduce un 70 % las caducidades y se disminuye en un día la edad media de las plaquetas transfundidas. El proyecto con el Hospital Donostia ha servido para mejorar el éxito de los tratamientos de reproducción asistida mediante la predicción de la bondad de los ovocitos previos a su transferencia. La colaboración con el Hospital Galdakao-Usansolo se ha centrado en la predicción mediante métodos estadísticos de las puntuaciones de los cuestionarios sobre la calidad de vida relacionados con la salud, con el fin de definir los factores que más la determinan en pacientes diagnosticados con cáncer colorectal.

 Los casos de éxito mostrados tienen un punto en común, la utilización de datos históricos. Los datos son en nuestros días la materia prima en la que descansa la matemática para resolver la mayor parte de los problemas reales. La disponibilidad de datos es fundamental y las empresas e instituciones públicas deben ser conscientes de ello, asignándoles el valor que se merecen y, también, poniéndolos a disposición de los matemáticos en busca de respuestas a las preguntas que plantean, pero sobre todo a las que no se les han pasado nunca por la cabeza.

 Convencidos del gran papel que juegan los datos y de que esto no ha hecho más que empezar, BCAM junto con la UPV/EHU han apostado por el desarrollo de líneas estratégicas de investigación de Data Science, ámbito donde la matemática aplicada tiene un amplio recorrido. Ahora bien, no podemos dejar de señalar que actualmente no existen canales de comunicación entre los centros de investigación y el tejido empresarial que faciliten una investigación orientada a resolver las necesidades reales del mercado. Se da así la paradoja de que se desarrolla Ciencia de Datos, con acceso limitado a datos reales. En este contexto, la UPV/EHU y en particular BCAM debido a su gran potencial investigador, son las instituciones preparadas para realizar esta tarea de investigación aplicada. Ambas se presentan como actores fundamentales al servicio de la industria, entendida en un sentido amplio, para desarrollar la innovación y animan a las empresas a definir colaboraciones y compartir datos para impulsar tanto investigaciones teóricas como soluciones prácticas en el área de Data Science.»

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