La demanda de titulados universitarios en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) crecerá en Europa un 14% hasta 2020. Por ello, es fundamental que aumenten las vocaciones en estas disciplinas y que los estudiantes desarrollen una serie de habilidades que se demandarán a los profesionales del futuro. Sin embargo, hay más chicos que chicas que se decantan por este tipo de carreras. El informe PISA revela que, en general, las niñas tienen mayores expectativas para sus carreras que los niños y, a pesar de ello, menos del 5% escogen carreras relacionadas de ingeniería e informática en los países de la OCDE.

Para equilibrar esta situación surge el proyecto europeo Sting, coordinado por Elhuyar Fundazioa, que trata la perspectiva de género en la educación científica. En él se está desarrollando un curso de formación para profesores de ciencia que den clase a estudiantes de entre 10 y 16 años. Danel Solabarrieta, de Elhuyar, explica en qué consiste esta iniciativa: 

 

El proyecto europeo Sting promueve la conciencia de género en la educación STEM (ciencia, tecnología ingeniería y matemáticas) a través de la cooperación internacional involucrando a  profesores, escuelas, centros científicos y otros grupos de interés como empresas y policy makers. Este innovador programa busca las mejores prácticas educacionales en paridad de género. De este modo, se busca que los profesores integren la conciencia de género en sus clases, con el fin de mejorar la educación en STEM y que también resulte a atractiva para las niñas. 

 

 

Participan en Sting la Universidad Europea de Chipre, Nemo-NCWT de Holanda, el Experimentarium de Dinamarca, la Universidad de Saint Mari del Reino Unido, Hisa de Eslovenia, la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, y Hacettepe University y Escuelas Maya de Turquía. 

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