La pregunta estratégica que muchas compañías se plantean en un mundo en constante transformación tecnológica, de tendencias de mercado y de preferencias de consumidores, es cómo fomentar la cultura de la creatividad y de la innovación en los diferentes estamentos de su organización. El estudio “The innovative company: How multinationals unleash their creative potential”, realizado por The Economist Intelligence Unit, explora las dificultades que las compañías hacen frente cuando intentan promover la innovación en sus propios departamentos y en una escala internacional.

Las organizaciones multinacionales relacionan su futuro con su habilidad para innovar. La creación de nuevos productos y servicios se muestra como una de sus tres prioridades principales, por delante de políticas de reducción de costes o de inversión en talento. Asimismo, se resalta que las tres características principales que describen a un negocio innovador son: una cultura empresarial que fomente la aportación de ideas de todos sus miembros, una elevada tolerancia al error y un fuerte liderazgo. 

El informe subraya que las firmas podrían perder parte de su capacidad de disponer de un mayor número de procesos de innovación debido a limitaciones de confianza en las habilidades comunicativas de sus profesionales, principalmente cuando realizan procesos informativos con compañeros de otros países.

Barreras

Asimismo, se ha identificado una barrera jerárquica en el proceso de intercambio de ideas. Mientras que los directores son fieles impulsores de esta política, en escalones de mando intermedios como managers y jefes de departamentos, la interacción se reduce casi un 20%.  Esta situación genera dudas sobre sí en procesos formales de innovación pueden participar todos los profesionales.

Otro tipo de problemática identificada por el informe son las denominadas “barreras culturales”: el 87% de los participantes, afirman que una colaboración cultural produce ideas innovadoras, pero el 50% comenta que la multiculturalidad  genera dificultades a la hora de intercambiarlas. 

La cultura creativa, donde los trabajadores se sienten estimulados a participar en la presentación de propuestas, y donde existe una alta tolerancia al error, también se resiente. Según se recoge, las empresas participantes hacen hincapié en que en sus corporaciones no se potencia la cultura del error, ni incentiva suficientemente la participación de profesionales en la presentación de ideas, así como una carencia de tiempo dedicado a la experimentación.

Otro punto interesante que revela el informe es el distanciamiento existente entre empresa e instituciones públicas en materia formativa futura.  El 37% de las empresas piensan que las iniciativas educativas no son adecuadas para mejorar las habilidades de las plantilla para innovar.

Potencial innovador

La investigación también identifica una serie de medidas que podrían aumentar la capacidad de  innovación de las organizaciones:

  • Fomento de una atmósfera donde la experimentación es valorada y se interioriza la cultura del error en procesos de experimentación.
  • Creación de una base de talento de trabajadores para el desarrollo de nuevas ideas con un recorrido de comunicación amplio.
  • Asegurar que la creatividad es valorada e impulsada en las diferentes áreas de la empresa, donde la innovación no esté restringida a grandes ideas y que, en cambio, incluya un goteo continuado de pequeñas mejoras en productos, servicios o procesos de negocio.
  • Incidir en la importancia de la colaboración interdepartamental y con filiales a escala nacional, donde el beneficio s refleja en las diferentes perspectivas disponibles para hacer frente a los problemas.
  • Inversión en confianza y en cursos para mejorar las habilidades comunicativas, particularmente en profesionales que colaboran con compañeros de diferentes culturas o disciplinas profesionales.
  • Creación de una infraestructura y de procesos para el intercambio de conocimiento a través de diferentes departamentos y a escala nacional.
  • Ajustar los conceptos de la gestión del riesgo para autorizar nuevos retos empresariales con un retorno incierto.

Sobre la investigación

“The innovative company: How multinationals unleash their creative potential “se ha realizado a través de dos encuestas globales realizadas online. La primera disponía de público objetivo: altos cargos ejecutivos de empresas que operaban en al menos otro país diferente a su mercado nacional. En total se recogieron 350 respuestas. El segundo grupo participante estaba compuesto por 57 funcionarios gubernamentales, responsables del diseño e implementación de políticas de educación y de formación para adultos.

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