¿Cómo proporcionar servicios de gran calidad con eficiencia en los costes? ¿Cómo atraer y mantener a los profesionales de talento? ¿Cómo construir la fidelidad hacia la marca? La respuesta está en la cultura. La cultura de una organización es su principal fuente de ventaja competitiva y diferenciación.

En la entrevista a Richard Barret, publicada en el Item “Brand & values” , el fundador y presidente de Barret Values Centre explica cómo construir una cultura de alto rendimiento basada en los valores.

Barret afirma que existe un fuerte vínculo entre el rendimiento financiero y el alineamiento entre los valores culturales de una empresa y los personales de sus empleados. En otras palabras, aquello que se es y aquello por lo que se lucha se está convirtiendo en algo tan importante como la calidad de los productos y servicios que se ofrecen.

“La transformación de la organización comienza con la transformación personal de los propios líderes, porque la cultura es un reflejo de su conciencia, sus valores y sus creencias”

Los valores son los principios, ideales o creencias profundamente arraigados que las personas tienen o a los que recurren cuando toman una decisión. Los individuos los expresan a través de sus comportamientos personales y las organizaciones lo hacen a través de los comportamientos que reflejan su cultura.

Cultura y liderazgo

Los valores que conforman la cultura de una organización son el reflejo de las creencias subyacentes de los líderes actuales o de la herencia dejada por los anteriores. Cuando existe una falta de alineamiento entre los valores culturales de la organización y los de los empleados, el resultado es un rendimiento bajo, que más adelante puede resultar en una merma del compromiso de la plantilla y en la calidad de los productos y servicios.

Al contrario, cuando los valores son compartidos, el resultado es el alto rendimiento, derivado del mayor compromiso de la plantilla y de una búsqueda de la excelencia en la calidad de los productos y servicios.

Además, existen otros dos beneficios clave. El primero está relacionado con la capacidad de atraer y retener el talento, lo cual otorga a las organizaciones una ventaja importante, especialmente cuando el talento escasea. El segundo tiene que ver con la construcción de una marca fuerte, puesto que los valores de la marca y los de la compañía son las dos caras de la misma moneda. Las marcas con una imagen externa más fuerte siempre corresponden a las empresas con las culturas internas más fuertes.

Si quieres saber más sobre la cultura de las organizaciones no te pierdas el próximo Brunch & Learn dedicado al Branding. El 31 de octubre nuestros socios AZK y Durero compartirán su experiencia, conocimiento, ideas, técnicas y metodologías en una jornada dedicada al aprendizaje.

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