El laboratorio JFS, con sede en Wuhan y respaldado por el gobierno chino, ha anunciado un avance clave en fotónica de silicio, una tecnología que utiliza señales ópticas en lugar de eléctricas para la transmisión de datos, abriendo el camino a una mayor velocidad y eficiencia energética en la fabricación de chips.
Este desarrollo es particularmente significativo para China, ya que le permitiría reducir su dependencia de tecnologías de fabricación de chips, actualmente limitada por sanciones estadounidenses, entre otros factores. Además, las proyecciones indican que el mercado global de chips de fotónica de silicio pueda alcanzar los 7,860 millones de dólares para 2030, lo que pone el acento en su potencial transformador en la industria y su papel en la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China. En definitiva, la combinación de menor consumo energético y mayor velocidad de transmisión coloca a esta tecnología en el centro de las estrategias chinas para consolidarse en el sector de semiconductores a nivel global.
Sin embargo, aunque el avance técnico es notable, aún queda el desafío de llevar estos prototipos a una escala de producción masiva que garantice su competitividad frente a líderes de la industria como Nvidia o Intel, quienes también están investigando en este campo.
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