Encontrar financiación para una startup en Euskadi es difícil. Sin embargo, Pedro Muñoz Baroja, cofundador de la aceleradora de empresas Berriup y con  18 años de experiencia trabajando en empresas industriales, se hace las siguientes preguntas: ¿Es el proyecto lo suficientemente bueno para que alguien quiera invertir en él? ¿Qué hay que tener en cuenta? Muñoz cuenta su experiencia en este ámbito:

«Cuando yo tenía cerca de la veintena, se decía mucho aquello de `Ligar en Euskadi es difícil‘. Y si hablábamos de Donosti, el tema se convertía en una verdadera hazaña. Es posible que algo de esto fuera cierto, pero, mirando hacia atrás con cierto carácter crítico, tengo que reconocer que tampoco yo hacía mucho para romper las estadísticas. Sin entrar en detalles, soy consciente de que tenía que haber analizado más mis ‘tácticas’ para mejorarlas, en lugar de consolarme con el hecho de que ligar en Euskadi era algo difícil.

Pues bien, en relación a la inversión en startups, se oye muchas veces que en Euskadi los emprendedores lo tienen muy difícil para encontrar inversores que apoyen sus proyectos. Particularmente, no estoy muy de acuerdo con esta afirmación. Pero, independientemente de que sea más o menos cierta, lo que sí estoy convencido, es que los emprendedores debemos fijarnos más en cómo estamos haciendo esta búsqueda de inversión para nuestra Startup: ¿estamos suficientemente preparados para ir a buscar una ronda de inversión? ¿Nuestro proyecto cumple con los requisitos que buscan los inversores? ¿Lo sabemos ‘presentar’ adecuadamente?¿Nos estamos dirigiendo al inversor adecuado?…

Hoy en día, los datos ‘oficiales’ (informe ASCRI 2016) nos dicen que hay dinero para invertir en startups y que se está invirtiendo cada vez más. Hay cerca de 200 fondos de venture capital operando en España, un cada vez mayor número de business angels, plataformas de cofinanciación, plataformas de crowdfunding… Incluso los bancos tradicionales cada vez están apostando más por las startups. Y los datos de inversión en startups en fase inicial están subiendo año tras año. Por lo tanto, me atrevo a decir que hoy, si tienes un buen proyecto, es factible encontrar financiación.

Pero, ¿qué es un buen proyecto? ¿Qué tiene que cumplir un proyecto para que sea ‘bueno’ para un inversor? En resumen, la startup debe ser:

Viable: la startup tiene que tener ya ventas o transacciones que demuestren la validez del modelo de negocio. Unas buenas métricas que lo confirmen.

Factible: el equipo emprendedor tiene que demostrar que es el adecuado para desarrollar el proyecto con éxito.

Escalable / Invertible: los inversores solo invierten en startups que, si crecen, pueden multiplicar por 10-20 la inversión realizada.

Veo que algunos emprendedores se embarcan en la difícil tarea de buscar una ronda de inversión sin haber validado antes su modelo de negocio (sin tener ventas/transacciones). Es posible que, por contactos o por una buena capacidad del equipo emprendedor, consigan cerrar la ronda. Pero sin duda, les va a llevar mucho tiempo y esfuerzo que, de otro modo, lo podrían haber dedicado a desarrollar su proyecto. Parece que, a veces, encontrar financiación para una startup se ha convertido en un fin en sí mismo, cuando éste debería ser crear negocios de éxito. Y la financiación debería ser un medio para conseguirlo.

Vale, ya tenemos un ‘buen proyecto’. ¿Y ahora qué? No hay una ciencia exacta de cómo conseguir inversión para tu proyecto, pero sí que me gustaría compartir 4 ideas:

1. Analizar y seleccionar bien los potenciales inversores: el inversor es alguien que, además de ‘meter’ dinero en tu proyecto, es muy probable que vaya a querer sentarse con nosotros en el Consejo de Administración y participar en la toma de decisiones de la empresa. Y lo va a hacer durante el tiempo en que se mantenga como socio, es decir, mucho tiempo. Por lo tanto, tenemos que elegir muy bien quién va a entrar en nuestra empresa.

Por un lado, los inversores no invierten en todo tipo de proyectos y sectores, ni en cualquier fase. Cada inversor tiene su vertical de especialización y se centran en fases concretas de la startup. Por lo tanto, busquemos aquellos que se ajusten a nuestro proyecto y a nuestras necesidades de inversión.

Por otro lado, conviene consultar con otros emprendedores que hayan sido invertidos por estos fondos, para que nos cuenten sus experiencias con los inversores: cuánto les han aportado, conocimiento del sector, red de contactos, grado de participación en las decisiones…

2. Preparar una buena documentación: no podemos enviar a los inversores nuestro Plan de Negocios de 80 páginas. No se lo van a leer. Hay que trabajar y preparar otro tipo de documentos que nos permitan presentar nuestro proyecto de forma resumida, pero que tenga la calidad suficiente para ‘enganchar’ al inversor y quiera saber más del proyecto. Los principales documentos a preparar son el pitch deck y el resumen ejecutivo.

Recordemos que tienen que ser breves y deben recoger los principales puntos de nuestro proyecto: qué problema resuelve, a quién, cómo, competidores, en qué nos diferenciamos, modelo de negocio, tamaño de mercado, equipo, situación del proyecto (roadmap), métricas… Y sobre todo, cuánto dinero necesitamos y para qué. Como decía un colaborador nuestro, en la startup debería haber alguien que quiera gastar el dinero y que sepa muy bien cómo hacerlo. Estos documentos son importantísimos; son nuestra carta de presentación. Si no enganchan, los inversores no van a querer saber más de nuestro proyecto.

3. Contacto con el inversor: hay que evitar el email ‘frío’. Deberíamos llegar a las personas adecuadas del fondo a través de contactos comunes (si antes hemos hablado con emprendedores invertidos por el fondo, éstos nos pueden ayudar). Debemos aprovechar los eventos y jornadas sobre startups para conocerles personalmente y presentarnos. Para estos casos, debemos llevar muy bien preparada la presentación (pitch) en 1 minuto para que nos dé la opción de mandarle más información o, incluso, visitarle en otro momento.

4. Y si no conseguimos cerrar la ronda: si después de reunirnos con todos los inversores posibles no somos capaces de que inviertan en nuestro proyecto, es el momento de pensar que quizás nuestro proyecto no es tan ‘bueno’. Quizás lo debemos desarrollar más, o pivotar, o quizás… ¡debemos dejarlo! Siempre tenemos que tener en mente que ésta es una posibilidad, que no es el fin del mundo. Mejor dejarlo a tiempo. Pero esto daría para otro post.

Antes de terminar, compartir con vosotros una conversación que tuve con mi sobrino de 19 años. Quería saber su opinión sobre la frase ‘En Euskadi es difícil ligar’. Su primera reacción fue de total asombro; como si no supiera de qué le hablaba. Y conversando con él, pude comprobar que para él, esa frase era algo del pasado. Claramente, me di cuenta de que los jóvenes de hoy en día están mucho más preparados para ligar de lo que, al menos, yo lo estaba con su edad. Y por supuesto, tienen mucho más éxito. Por lo que ahora, me atrevo a decir, que hoy ‘En Euskadi SÍ se liga”. ¿Diremos lo mismo pronto sobre la financiación en startups?

 

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