El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) ha publicado recientemente el informe Quantum for Society: Meeting the Ambition of the SDGs, en el que resalta el inmenso potencial de las tecnologías cuánticas para acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Con un horizonte hacia 2030 que se visualiza como crítico, la cuántica aparece como una herramienta clave para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, la escasez de recursos y la desigualdad social, proporcionando soluciones disruptivas en sectores clave como la energía, la salud y la sostenibilidad, cuestión que ya adelantábamos en el Informe Innobasque de Prospectiva 2024.

El informe del WEF señala cómo la computación cuántica, la sensorización cuántica y la comunicación cuántica pueden abordar problemas que los sistemas convencionales no pueden resolver. Estas tecnologías permiten simulaciones moleculares a una escala sin precedentes, lo que facilita el diseño de nuevos materiales para baterías más eficientes o catalizadores para la captura de carbono. Por ejemplo, la capacidad de los ordenadores cuánticos para simular procesos químicos complejos podría revolucionar la transición hacia energías limpias, contribuyendo directamente a los ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) y 13 (Acción por el clima).

Las tecnologías cuánticas también pueden tener un impacto significativo en la gestión de desastres naturales y en la mejora de los sistemas de salud pública. La sensorización cuántica puede detectar cambios imperceptibles en el medio ambiente, lo que permitiría prever fenómenos como terremotos o huracanes con mayor precisión, ayudando a mitigar sus efectos. En el campo de la salud, la computación cuántica podría acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos y terapias personalizadas, abordando directamente el ODS 3 (Salud y bienestar).

Sin embargo, el informe presenta una advertencia clara: el crecimiento de las inversiones cuánticas está principalmente enfocado en aplicaciones industriales con retornos económicos a corto plazo. Esta tendencia, aunque positiva para ciertos sectores, podría dejar de lado proyectos más centrados en el impacto social y ambiental. El informe advierte que, si no se toman medidas coordinadas para incentivar la investigación cuántica en áreas como la gestión del agua, la seguridad alimentaria o la salud pública, se perderá una oportunidad clave para utilizar estas tecnologías emergentes en beneficio de la sociedad en su globalidad.

Para evitar este riesgo, se subraya la necesidad de establecer un ecosistema global que promueva la «cuántica para la sociedad». Esto implica fomentar una colaboración entre gobiernos, instituciones académicas y empresas privadas para desarrollar aplicaciones cuánticas que no solo impulsen la economía, sino que también contribuyan al bienestar social. Es fundamental que las inversiones públicas apoyen proyectos cuánticos que puedan generar beneficios tangibles en sectores críticos como la gestión del cambio climático, la reducción de la pobreza y la mejora de los sistemas de salud.

Por este motivo, se realiza una llamada a la creación de redes internacionales de colaboración, que permitan a las tecnologías cuánticas trascender las fronteras nacionales y contribuir al logro de los ODS en todo el mundo. En particular, se destaca la importancia de las asociaciones público-privadas para movilizar recursos y conocimientos técnicos, garantizando que las aplicaciones cuánticas puedan escalarse y aplicarse de manera efectiva en diferentes contextos regionales.

Las tecnologías cuánticas, con su capacidad para resolver problemas complejos, representan una oportunidad clave para acelerar los ODS.

Al igual que otra de las grandes tendencias tecnológicas actuales como es la IA Generativa, la cuestión de la sostenibilidad es también muy relevante en el desarrollo de la cuántica. Aunque se espera que la computación cuántica revolucione la manera en que procesamos la información, también plantea desafíos en términos de consumo energético y gestión de recursos. El informe propone que, además de buscar la «ventaja cuántica» en términos de capacidad de cálculo, la investigación y el desarrollo de la tecnología deben trabajar hacia una «ventaja energética cuántica», asegurando su eficiencia energética y respeto hacia el medio ambiente (ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y 7 (Energía asequible y no contaminante)).

En este contexto, Euskadi ha identificado las tecnologías cuánticas como una oportunidad estratégica clave para su ecosistema de innovación. La región está apostando por el desarrollo cuántico como un motor de transformación tecnológica, reconociendo su importancia tanto para la economía como para la sostenibilidad. Gipuzkoa y Bizkaia están impulsando iniciativas que posicionan a Euskadi como un referente en este ámbito emergente, contribuyendo a fortalecer la competitividad regional en un campo que promete ser crucial en las próximas décadas.

Euskadi está apostando firmemente por el desarrollo cuántico, integrando esta tecnología en su estrategia de innovación para posicionarse como líder en el ámbito europeo y contribuir a un futuro más sostenible.

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