La Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque fue invitada a participar, los pasados días 10, 11 y 12 de octubre, en el Dubai Future Forum, un encuentro anual que reúne a más de 400 expertos mundiales que tratan de anticipar retos, imaginar oportunidades, compartir previsiones y, en definitiva, dar forma al futuro.

Numerosos debates se podrían agrupar en torno al concepto de “frontera”. Así, el discurso en torno a la desaparición de las fronteras llevó a la idea de que el concepto de pertenencia a una nación está siendo sustituido por diversas formas de ciudadanía y que, de hecho, debemos pensar más en nosotros mismos como ciudadanos del futuro, con valores compartidos. Este concepto se refiere a la responsabilidad presente y futura que sentimos hacia un colectivo de personas y un lugar determinados, creando una sociedad más inclusiva y equitativa para las generaciones venideras, más que a un apego a una geografía concreta.

Esto vendría a modificar también, en cierto sentido, lo que entendemos por identidad de la persona .Cuando, además, se están difuminando las fronteras entre lo físico y lo digital, y el metaverso (también conocido como multiverso u omniverso) nos permite añadir y combinar otras identidades. Las propias ciudades están construyendo también su propia identidad, que las define mejor que como mero lugar de procedencia de las personas.

Innobasque fue invitada a participaren el Dubai Future Forum, un encuentro anual que reúne a más de 400 expertos mundiales que tratan de anticipar retos, imaginar oportunidades, compartir previsiones y dar forma al futuro.

Para prosperar en un mundo de nuevas fronteras digitales, biológicas y espaciales, la regulación y elaboración de políticas deben pasar de un modelo de control desde arriba otro en el que prime el consenso social. Los marcos regulatorios deberían ser más innovadores, ágiles y flexibles, fomentando una cultura de mayor experimentación.

En cualquier caso, las fronteras deberán responder al futuro que queramos crear, que definirá su propósito. A la vista de los retos globales a los que nos enfrentamos (cambio climático, objetivos de desarrollo sostenible, recuperación económica postpandemia. …), carece de sentido pensar en actuaciones locales dentro de fronteras físicas. Es necesaria una acción global y coordinada, abordando el reto de pasar de la retórica a los hechos.

Esta ida nos lleva a otro de los mensajes fuerza: la necesidad de nuevas formas de gobernanza global y de colaboración interdisciplinar, transcultural y entre los sectores público y privado, para conseguir resultados sobresalientes. En este contexto de colaboración, el liderazgo tiene un papel fundamental a la hora de impulsar el cambio cultural necesario en las empresas, en los gobiernos y en la sociedad en general. Se debería pasar de sistemas y estilos basados en el “ego» a ecosistemas centrados en el “nosotros”.

Esta necesidad de visión común y de gobernanza global se extiende al ámbito de los datos y la inteligencia artificial. Porque, aunque hay una gran oportunidad de aprovechar los datos para el bien común, generalmente priman las perspectivas individuales. En el Foro se propuso crear formas de empoderamiento, nuevas vías para garantizar los derechos de las personas sobre sus datos. También se abogó por un acuerdo global para afrontar, por un lado, los retos de la inteligencia artificial, y por otro para combatir la desinformación.

Se están difuminando las fronteras entre lo físico y lo digital, y el metaverso (también conocido como multiverso u omniverso) nos permite añadir y combinar otras identidades

Volviendo al concepto de frontera, se abordó el nuevo escenario que se puede abrir con la exploración del espacio, y el papel que el sector aeroespacial puede tener en el devenir del próximo siglo. Hubo consenso en torno a la idea de que los beneficios derivados de la creación de colonias en otros planetas superarán los riesgos potenciales. No obstante, se deberá profundizar en los debates éticos que plantean, y aprender del pasado para no volver a repetir errores cometido en nuestro propio planeta.

La última frontera es la del ser humano. Los avances en la convergencia de la biología con nuevas tecnologías transformarán el futuro de la sanidad. Pasaremos de una atención sanitaria masiva a una de precisión, predictiva y preventiva. El impacto que la inteligencia artificial está teniendo en la manera de tratar a los pacientes y en el desarrollo de nuevos fármacos es ya una realidad.

En este escenario, se vislumbran formas para eliminar, prevenir, aliviar o tratar condiciones derivadas del envejecimiento. E incluso hay quien imagina la posibilidad de la inmortalidad, cruzando la frontera entre lo humano y lo digital.

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